Con motivo del día nacional del trastorno por déficit de atención e hiperactividad, que fue celebrado el pasado 27 de octubre, queremos abordar este tema y profundizar en aspectos del trastorno no siempre conocidos ni tan evidentes.

Si os preguntamos… ¿Qué es el TDAH? … seguro que a todos nos viene a la cabeza la imagen de un niño o niña muy movido, con dificultad para concentrarse y atender, malas notas, que le cuesta mucho hacer las tareas del cole, en el que hay que repetirle las órdenes muchas veces…. Lo que supone frustración, angustia, desesperación y una gran preocupación para los padres.
A pesar de ser el trastorno psiquiátrico más frecuente en la infancia, no hay que olvidar que se extiende a lo largo de la adolescencia y en muchas ocasiones perdura hasta la edad adulta. Es importante destacar que solo un tercio de los niños diagnosticados de TDAH durante la infancia cumplirán los criterios diagnósticos en la edad adulta, y que estos suelen presentar, principalmente, síntomas de inatención e impulsividad, debido a que la hiperactividad tiende a disminuir con la edad.
Sin embargo ¿Por qué se muestran a veces irritables , con muchos cambios de humor , con poca motivación y todo lo quieren para ya?
Todo ello tiene su explicación. El TDAH afecta a nivel de procesos tanto cognitivos como la atención, inhibición de respuesta, memoria de trabajo, procesamiento temporal, y afectivos como el procesamiento de las recompensas, aversión a la demora, procesamiento y regulación emocional. A nivel neurobiológico también afecta a determinados neurotransmisores, como la DOPAMINA.
Hoy vamos a hablar de la Dopamina, de su importancia y cómo afecta en el cerebro a personas con TDAH, además de su repercusión en el día a día.
El cerebro de personas con TDAH no produce la misma cantidad de dopamina que aquellos sin el trastorno, esta escasez afecta a la parte anterior de la corteza frontal del cerebro repercutiendo así en la atención, la impulsividad, el estado de ánimo y la motivación entre otros.

La dopamina es un regulador clave para la adaptación de la acción, emoción, motivación y cognición. Se considera una sustancia mensajera, dichos mensajes se trasmiten a través de 4 vías neurotransmisoras: vía mesolímbica, vía mesocortical, vía nigroestriada y vía tuberoinfundibular. Las alteraciones anteriormente comentadas a nivel emocional y de motivación se asocian a las vías mesolímbica y mesocortical.
Por tanto es imprescindible tener en cuenta que las personas diagnosticadas de TDAH, no solo tienen afectación a nivel cognitivo y conductual sino también a nivel emocional y motivacional derivado de esta disfunción dopaminérgica. Es necesario no perder ese enfoque y caer en el error de etiquetar o descalificar determinadas conductas del día a día que no son fruto del desinterés o mal comportamiento sino originadas por ese déficit anteriormente comentado.
¿Cómo podemos ayudarles?
Las personas con TDAH dependen en gran medida del refuerzo externo para obtener su mejor rendimiento.
El refuerzo positivo es imprescindible y fundamental para ellos, recompensar el esfuerzo y las actividades de su día a día resulta necesario para conseguir una mayor motivación y desempeño que les lleven a mejorar día a día.
También es necesario dotarles de estrategias que les permitan un mejor control de sus emociones, que les permitan expresar todo aquello que sienten y canalizar sus emociones.
Si le dices a un niño que un ratón vendrá a por su diente, TE CREE; si le dices que los Reyes Magos vendrán, TE CREE; si le dices que las estrellas del cielo son los deseos de las personas, TE CREE; si le dices que es un vago y un miedoso, TE CREE. Dile que es capaz, valiente e inteligente, TAMBIÉN TE VA A CREER.
